Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

En San Francisco de Loba, Bolívar, más de 500 estudiantes son forzados a estudiar en una cantina debido al abandono de un proyecto de megacolegio iniciado en 2021.

El corregimiento de San Francisco de Loba, en Cicuco, Bolívar, enfrenta una crisis educativa desde que en 2021 se abandonara la construcción de un megacolegio prometido a la comunidad. El edificio inconcluso se ha convertido en un símbolo de desidia gubernamental, obligando a los estudiantes a recibir clases en condiciones precarias dentro de la cantina local, que por las noches funciona como bar.

La situación ha llevado a padres, docentes y estudiantes a manifestarse en busca de soluciones. "Es inaceptable que nuestros hijos tengan que estudiar en un lugar donde por la noche se venden bebidas alcohólicas", comenta indignada María López, madre de dos alumnos afectados. La comunidad educativa ha decidido suspender las clases hasta que las autoridades intervengan.

La cantina, pese a su función nocturna, se transforma en aula de clases cada mañana. Sin embargo, carece de las condiciones mínimas requeridas para un entorno educativo adecuado: la ventilación es insuficiente, hay un solo baño sin lavamanos, y los estudiantes usan mesas de billar como pupitres. "Es difícil concentrarse y el calor es sofocante", relata Carlos Pérez, un estudiante de décimo grado.

El abandono del proyecto del megacolegio no solo ha dejado una estructura vacía, sino que ha expuesto a cientos de niños a un ambiente inseguro y poco propicio para el aprendizaje. Esta situación refleja una grave falla en el cumplimiento de las responsabilidades estatales, poniendo en riesgo el futuro educativo de la juventud de San Francisco de Loba. La comunidad clama por una pronta reanudación y conclusión del proyecto, esperando que las autoridades rectifiquen el curso de esta lamentable situación.