Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

Un trágico error resultó en la muerte de una familia pastoral en Aguachica, Cesar, confundidos con una criminal buscada.

El 29 de diciembre de 2024, un hecho desgarrador sacudió a la comunidad de Aguachica, Cesar. La familia Lora Rincón, compuesta por el pastor Marlon Yamith Lora, su esposa Yurlay Rincón y sus hijos Ángela Natalia y Santiago, fue brutalmente asesinada mientras almorzaba en un conocido restaurante del centro del municipio. Este lamentable incidente no solo dejó una huella de dolor, sino que también expuso la vulnerabilidad de los ciudadanos frente a la violencia criminal.

Las víctimas, altamente estimadas en su comunidad por su labor pastoral, se encontraban en un momento de unión familiar cuando fueron atacadas. Marlon Yamith, conocido por su dedicación a la comunidad y su labor en la iglesia local, y su familia, fueron confundidos por sicarios que buscaban a alias "La Diabla", una criminal local que casualmente vestía de manera similar a Ángela Natalia ese fatídico día.

Según las investigaciones preliminares, los sicarios operaban bajo la errónea creencia de que Ángela Natalia era Zaida Andrea Sánchez Polanco, alias "La Diabla", lo que llevó a este irreparable error. El restaurante, un lugar frecuentado por locales y visitantes, se convirtió así en escena de una tragedia que resalta los peligros de la delincuencia organizada y la falta de precisión en operaciones criminales.

Este caso subraya la crudeza de la violencia que permea algunas regiones de Colombia y cómo errores en el mundo del crimen organizado pueden llevar a consecuencias devastadoras para inocentes. La reciente divulgación de un video relacionado con el crimen ha reavivado el dolor de la comunidad y ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de justicia y medidas más efectivas para proteger a los ciudadanos. La masacre de la familia Lora Rincón no solo representa una pérdida irreparable sino también un llamado a revisar y fortalecer los mecanismos de seguridad en el país.