Por: Katherine Cruz

En la Ciudad de México, durante su gira '+Pretty +Dirty World Tour', Maluma reprendió públicamente a una asistente que llevó a un menor a su concierto, generando un debate sobre responsabilidad parental y perspectiva de género. El cantante argumentó preocupaciones por la salud auditiva del niño.

Durante su presentación en la capital mexicana, el artista colombiano Juan Luis Londoño Arias, conocido como Maluma, interrumpió su espectáculo para llamar la atención sobre la presencia de un menor de edad en la zona de público. El incidente desató una controversia en redes sociales, que derivó en un análisis sobre el rol de los padres y la doble moral en la percepción de la responsabilidad.


El suceso ocurrió durante uno de los momentos más álgidos del concierto, cuando Maluma notó al menor y decidió detener el show por unos momentos. Expresó su preocupación por los altos decibeles propios de sus conciertos, los cuales pueden ser perjudiciales para la salud auditiva de los niños. Su comentario se basó en su propia experiencia como padre, resaltando los posibles daños a largo plazo.


El cantante argumentó que, como padre, entiende los riesgos para la salud auditiva e incluso visual y neurológica que implica la exposición de menores a altos niveles de ruido. La acción de Maluma generó una reacción inmediata en las redes sociales, donde las opiniones se dividieron entre quienes lo apoyaron y quienes lo criticaron por su forma de abordar la situación. Algunos usuarios señalaron una posible hipocresía, dada la naturaleza del propio concierto.


La escritora y politóloga argentina María Florencia Freijo intervino en la discusión a través de su cuenta de X, cuestionando la doble vara de medir al comparar este hecho con situaciones similares donde se celebra la asistencia de menores a eventos públicos. Freijo evidenció la desigualdad en la percepción del rol parental entre hombres y mujeres en este contexto. No obstante, la preocupación por los efectos negativos del ruido excesivo en el desarrollo infantil sigue siendo un tema relevante que merece atención y análisis por parte de autoridades y padres de familia. Es necesario encontrar un equilibrio entre la libertad individual y la protección de la salud de los menores.