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El presidente ruso, Vladímir Putin, ha decretado un cese total de las hostilidades en Ucrania del 8 al 10 de mayo, coincidiendo con la celebración del Día de la Victoria en Rusia.

En un gesto que ha sorprendido a la comunidad internacional, el presidente ruso Vladímir Putin ha ordenado un alto el fuego total en Ucrania por tres días, del 8 al 10 de mayo. Este cese de las hostilidades se da en un contexto donde se conmemora el Día de la Victoria, fecha en la que Rusia celebra la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. El Kremlin ha descrito esta decisión como un acto "por motivos humanitarios".

En el anuncio, hecho público por el Kremlin, Putin enfatizó la importancia de honrar la memoria de los caídos y la historia compartida de lucha contra el nazismo como fundamentos de esta tregua. Esta decisión llega en un momento crítico, dado que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado las negociaciones para alcanzar un acuerdo de paz en el conflicto que ya lleva cuatro años.

El alto el fuego se produce tras un período de intensificación del conflicto, con un aumento significativo en las tensiones y los enfrentamientos en la región. Según expertos, esta pausa puede servir como un respiro necesario para las zonas más afectadas y podría abrir una ventana para futuras negociaciones de paz. No obstante, el cese es temporal y está condicionado a la paralización de los suministros de armas occidentales a Ucrania y a los esfuerzos de movilización del país.

Aunque la medida ha sido recibida con esperanza por la comunidad internacional, la condicionalidad del alto el fuego plantea interrogantes sobre su sostenibilidad y las verdaderas intenciones detrás de la decisión de Putin. Mientras tanto, la situación en Ucrania sigue siendo frágil, y la comunidad internacional permanece atenta a los desarrollos que puedan surgir tras la conclusión de estos tres días de paz temporal.