Por: Gustavo Puentes

A pesar de recientes desacuerdos, la canciller Laura Sarabia afirma mantener una relación laboral efectiva con el presidente Gustavo Petro, destacando una comunicación abierta y constructiva.

Tras un episodio de desautorización pública por parte del presidente Gustavo Petro hacia la canciller Laura Sarabia, relacionado con la discusión sobre la adhesión de Colombia a la Ruta de la Seda, la ministra ha completado 100 días en su cargo mostrando un enfoque conciliador. En un reciente encuentro con la prensa, Sarabia enfatizó la fortaleza de su relación con el presidente, subrayando la importancia de mantener un diálogo franco y directo a pesar de las diferencias.

"Llevo una muy buena comunicación con el presidente Petro. Aunque no siempre estamos de acuerdo, siempre hay espacio para una conversación sincera y constructiva", declaró Sarabia. Esta declaración surge en un momento crucial, justo después de que el presidente desautorizara a Sarabia por convocar unilateralmente a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores sin su consentimiento previo.

El incidente no parece haber deteriorado la relación profesional entre ambos. Sarabia comentó: "Él siempre me manifiesta que en cada cosa que me dice, hay una oportunidad para aprender. Yo no contesto a rumores ni a chismes de pasillo". Estas palabras reflejan un esfuerzo por parte de la canciller para preservar la unidad dentro del gabinete y enfocarse en los objetivos comunes.

Este contexto de colaboración se hizo evidente durante la reciente reunión entre Sarabia, el presidente Petro y John McNamara, encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en Colombia. El encuentro abordó temas delicados como la intención del gobierno colombiano de fortalecer lazos con China, justo antes del viaje del presidente Petro a ese país. Este diálogo subraya la relevancia de mantener una diplomacia equilibrada y efectiva, especialmente en asuntos de importancia estratégica para Colombia.

En resumen, a pesar de los desafíos y diferencias puntuales, la relación entre la canciller Sarabia y el presidente Petro parece estar caracterizada por un compromiso mutuo hacia la comunicación y el trabajo conjunto. Este enfoque podría ser crucial para manejar con éxito las complejas dinámicas de la política exterior colombiana en un contexto global cambiante.