Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

Bogotá, Colombia - El presidente Gustavo Petro anunció hoy un significativo descenso en el desempleo nacional, alcanzando el 8.2% en octubre de 2025, lo que representa la creación de casi un millón de puestos de trabajo en un año.

Colombia celebra un hito en su recuperación económica con la reciente caída del desempleo. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló que la tasa se ubicó en un notable 8.2% en octubre de 2025. Esta cifra representa una disminución de 0.9 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando se situaba en 9.1%. Es la segunda menor tasa de desempleo registrada en lo que va del siglo XXI, lo que refleja un panorama alentador para la fuerza laboral del país.

El presidente Gustavo Petro calificó este logro como un “éxito indudable del Gobierno del Cambio” durante su alocución al país. El mandatario destacó que, a pesar de no contar con los elevados precios del petróleo que antaño impulsaron tasas bajas de desempleo, la economía colombiana ha sabido generar oportunidades. Señaló que estas tasas históricas se alcanzaron en el pasado solo con un barril de crudo por encima de los 100 dólares, una realidad muy distinta a la actual. Petro subrayó con orgullo que esta dinámica ha permitido la creación de casi un millón de nuevos empleos en solo un año.

La dinámica positiva se atribuye a la fortaleza de los sectores productivos que sustentan la economía real del país. La agricultura, la industria y los servicios, incluyendo los de cuidado y públicos, lideraron la vanguardia en la reducción del desempleo. El jefe de Estado incluso proyectó que, de mantenerse esta tendencia, el mes siguiente podría registrarse la tasa de desempleo más baja de todo el siglo. Además, se evidenció un aumento significativo en la tasa global de participación, alcanzando el 65%, y la tasa de ocupación que llegó al 59.7%. Estos indicadores sugieren un estímulo palpable para quienes buscan empleo.

Para el presidente Petro, estos resultados son la clara manifestación de una política económica reorientada. Según sus declaraciones, el éxito radica en haber dejado de priorizar la extracción de petróleo y carbón. En su lugar, se impulsaron las "locomotoras económicas" tradicionales como la agricultura y la industria, junto con el sector servicios, generando riqueza real y sostenible. Este enfoque busca fortalecer las bases productivas del país, consolidando un crecimiento más arraigado en la diversidad regional y el bienestar de sus comunidades.