Por: Katherine Cruz

El Estadio Rodrigo Paz Delgado de Quito se paralizó. Empate a tres goles entre Colombia y Brasil en la final de la Copa América Femenina 2025. ¡Tiempo extra!

En la vibrante capital ecuatoriana, bajo un cielo azul intenso, se disputó la final de la Copa América Femenina 2025 entre dos potencias del fútbol sudamericano: Colombia y Brasil. El encuentro, que prometía emociones desde el pitazo inicial, mantuvo a la afición al filo del asiento. Un electrizante marcador de 3-3 al término del tiempo reglamentario obligó a la prórroga, dejando en vilo a millones de espectadores. El escenario: el histórico Estadio Rodrigo Paz Delgado, testigo privilegiado de este crucial momento deportivo.

La tensión era palpable entre las jugadoras. Tanto las colombianas como las brasileñas demostraron una garra inquebrantable, reflejando el orgullo de sus naciones. Se espera que el tiempo extra defina a la campeona y que ambas selecciones den lo mejor en la búsqueda de la victoria. No hubo declaraciones públicas de las jugadoras al finalizar el tiempo reglamentario, la concentración era palpable.


El encuentro se caracterizó por una alta intensidad, un juego limpio y despliegues técnicos impresionantes. Tanto Colombia como Brasil demostraron un excelente nivel futbolístico, haciendo gala de jugadas brillantes, disparos a puerta y un espíritu competitivo admirable. La igualada se logró en los últimos minutos del tiempo reglamentario, tras un gol de último minuto.

El empate y la consecuente prórroga evidencian el alto nivel competitivo del fútbol femenino sudamericano. El encuentro final resultó un ejemplo de entrega, pasión y juego limpio en un contexto regional cada vez más competitivo. Este resultado marca un hito en la historia de la Copa América Femenina, elevando el prestigio de ambas selecciones y dejando una huella imborrable en el deporte continental. La pasión por el fútbol se desbordó, pintando el cielo quiteño de un azul intenso que reflejaba la perseverancia de ambos equipos.